Sicológicamente hablando es una necesidad natural e indispensable para el normal desenvolvimiento, el juego es una respuesta a un impulso instintivo. El móvil del juego es el juego mismo, no interesa el tipo de actividad que se realiza, sino la actitud mental frente a dicha actividad.
Por otro lado, el juego está considerado como la única actividad que permite expresar libremente los gustos, incluso la raíz de su personalidad. Cuando se quiere jugar se pone en juego la imaginación y la persona es capaz de transformarlo todo.
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